El Perú y El Cambio Climático

El Perú y El Cambio Climático


El Perú es país Parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) desde 1992 y en 1993 ratificó dicho tratado internacional, confirmando oficialmente el compromiso del país de contribuir al objetivo de dicha Convención de “estabilizar la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera y evitar llegar a un nivel de interferencia antropogénica peligrosa”. Nuestro país ratificó este compromiso al incorporarse al Protocolo de Kioto, en 2002.

El cambio climático es un problema que afecta al mundo y, en las últimas semanas, comprobamos que también al país. En ese sentido, con el objetivo de promover espacios de participación y crear confianza, el futuro reglamento de la Ley Marco sobre Cambio Climático se encuentra en un proceso de consulta previa con los pueblos indígenas u originarios.

La intención es contar con un instrumento fundamental para generar respuestas adecuadas, oportunas e integrales ante el cambio climático.

De esta manera, el Estado peruano reafirma su compromiso con respeto a los derechos colectivos de los pueblos indígenas, conforme lo señala además la Ley Nº 29785 y los compromisos internacionales asumidos por el país.

El objetivo de este proceso es alcanzar un acuerdo o consentimiento previo, libre e informado entre el Estado y los pueblos indígenas respecto a la propuesta del Reglamento de la Ley Marco sobre Cambio Climático, en donde existan elementos que les afecten directamente. Para ello se procede a un diálogo intercultural que garantiza su inclusión en los procesos de toma de decisión del Estado.

Circunstancias nacionales

El Perú se ubica en el centro de América del Sur, hacia el lado occidental, compartiendo fronteras con Ecuador, Colombia, Brasil, Bolivia y Chile; asimismo cuenta con una extensión territorial de 1 285 215.6 km2. La cordillera de los Andes atraviesa el territorio nacional longitudinalmente, dividiéndolo en tres grandes regiones naturales: costa, sierra y selva. La costa, una estrecha franja desértica, que limita con el océano Pacífico, abarca el 11,7 % del territorio, y congrega al 54,6 % de la población. Por su parte la sierra comprende el 28 % del territorio nacional, y reúne al 32 % de la población. Por último la selva, ubicada en la vertiente oriental de la cordillera, representa el 58,9 % del territorio, y alberga al 13,7 % de la población (MINAM, 2014a).

El periodo comprendido entre diciembre de 2014 y setiembre de 2015 fue una etapa significativa para la gestión del cambio climático en el país, en un contexto marcado por el desempeño del Perú como Presidencia de la COP20/CMP10. En este lapso se aprobó la nueva Estrategia Nacional ante el Cambio Climático (ENCC); se formuló la Contribución Prevista y Determinada a Nivel Nacional; se elaboró el Primer Reporte Bienal de Actualización; se aprobaron normas como las Disposiciones para la elaboración del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (Infocarbono), los Reglamentos de la Ley Forestal y de Fauna Silvestre y de la Ley de Mecanismos de Retribución por Servicios Ecosistémicos; se creó Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montañas; entre otras medidas complementarias, pero no menos relevantes. Estos son hitos importantes que demuestran el compromiso del Perú para promover la gobernanza, la institucionalidad y los aspectos normativos en cambio climático, con miras a construir un país climáticamente responsable que se adapta a los efectos adversos y aprovecha las oportunidades que impone este fenómeno global, sentando las bases para un desarrollo sostenible bajo en carbono.

Marco institucional para la gestión del cambio climático

A partir de la ratificación del Perú a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático en 1993, se han llevado a cabo distintos procesos para proveer un marco institucional y legal adecuado para la gestión del cambio climático en el país. Los desafíos que presenta la agenda nacional del cambio climático hacen indispensable contar con instituciones públicas y privadas, informadas y con capacidad de planificar e implementar acciones para afrontar esta problemática, con los procesos en marcha, con el objetivo de sentar las bases para un desarrollo sostenible, inclusivo, bajo en carbono y resiliente al clima.

El Ministerio del Ambiente fue creado en el año 2008 como la autoridad nacional ambiental. Entre sus funciones, el MINAM es la entidad encargada de orientar la gestión del cambio climático para lograr su inclusión en los procesos de planificación mediante el diseño y la promoción de políticas y brindando asistencia a las entidades gubernamentales a nivel nacional y subnacional. El MINAM define los objetivos prioritarios y lineamientos a través de la Política Nacional del Ambiente, incluyendo aquellos que abordan la reducción de gases de efecto invernadero y la adaptación al cambio climático (MINAM, 2014e).


Inventario Nacional de Gases Efecto Invernadero

El Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (INGEI), con año base 2012, comprende el cálculo de emisiones antropogénicas y de absorción por sumideros de los GEI de cinco categorías definidas por el IPCC: Energía; Procesos Industriales; Agricultura; Uso del Suelo, Cambio de Uso del Suelo y Silvicultura (USCUSS) y Desechos. El INGEI 2012 presenta información de emisiones de GEI directos: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O). El Perú ha realizado otros inventarios nacionales de GEI con años base 19942, 20003, 2005 y 20104, los cuales han permitido identificar los sectores con las mayores emisiones de GEI con el fin de promover esfuerzos nacionales para gestionarlas. Esta información puede y debe contribuir a la meta global de lucha contra el cambio climático (MINAM, 2014e; MINAM, 2015a). Cabe señalar que estos inventarios, a excepción del realizado para 1994, han sido actualizados y los resultados se presentan en el presente reporte. La actualización obedece principalmente a la aplicación de mejoras metodológicas en el inventario en general, sobre todo en la categoría USCUSS debido a la inclusión de los bosques secundarios en la categoría de tierras forestales, un mejor análisis de interpretación visual, el uso de un factor de expansión (BCEF) más actualizado proveniente de la metodología IPCC 2006, inclusión de la relación raíz/vástago lo que ha significado que las emisiones de esta categoría se hayan duplicado respecto a lo reportado en la Segunda Comunicación Nacional (INGEI, 2000) y en el Primer Informe Bienal de Actualización (INGEI de 2010).


Avances en la gestión de gases de efecto invernadero en el Perú

La gestión de gases de efecto invernadero consiste en reducir o evitar las emisiones de GEI de las fuentes antropógenas que lo causan, o aumentar los sumideros que absorben dichas emisiones. El Perú, actualmente, no es un gran emisor a nivel mundial, ya que sus emisiones per cápita (5,68 t CO2eq)7 se encuentran muy por debajo de los países desarrollados y también del promedio mundial ubicado en 8 t CO2 eq (CIAT, 2015).

Sin embargo las emisiones de GEI del Perú sin considerar USCUSS fueron de 84 567,62 Gg de CO 2eq en el 2012 , mientras que el 2000 fueron de 59 649 Gg CO2eq), este incremento de 41. % demuestra la relación directa existente entre el crecimiento económico acoplado al de las emisiones de GEI.

Por ello, en adelante, es importante que las previsiones de desarrollo del país incorporen medidas conducentes a desacoplar el aumento de las emisiones de GEI del crecimiento económico, para así lograr un desarrollo bajo en carbono y contribuir con la meta global de estabilizar el aumento de la temperatura el planeta a no mas de 2°C con respecto a la era preindustrial.

El desarrollo bajo en carbono y resiliente al clima es un reto para el Perú, depende en gran medida de actividades primarias como la minería, la pesca y la agricultura. En ese sentido, las acciones que se implementen en busca de una adecuada gestión de emisiones deben alinearse a las políticas de desarrollo llevadas en los diversos sectores del Estado, aprovechando beneficios como el mejoramiento de la calidad del aire, la reducción de la pobreza, el aumento de la seguridad energética, la preservación de la biodiversidad y de los servicios ecosistémicos, entre otros.

En el sector energético

Con el objetivo de cambiar los patrones de la oferta interna bruta de energía primaria, así como del flujo de energía para consumo final, se aprobó la Política Energética Nacional del Perú 2010-2040. Dicho instrumento estableció los lineamientos de política para alcanzar nueve objetivos que buscan desarrollar un sistema energético que satisfaga la demanda nacional de energía de manera confiable, regular, continua y eficiente, que promueva el desarrollo sostenible y se soporte en la planificación y en la investigación e innovación tecnológica continua. En materia de energías renovables, gracias a una nueva regulación dictada en 2011, el Perú pudo desarrollar por primera vez proyectos de energía eólica y solar conectados a la red eléctrica, así también se dictaron medidas que ayudarán a contar con una participación mayor al 60 % de energías renovables en la matriz de producción eléctrica. De igual modo, se dotó al sector de algunos incentivos tributarios para promover la inversión de generación eléctrica con recursos hídricos. Asimismo, a pedido del MINEM, en 2012 se publicó la Nueva Matriz Energética Sostenible (NUMES) y su respectiva Evaluación Ambiental Estratégica, como instrumentos de planificación para el sector energético para el periodo 2011-2040. Por otro lado, el Plan Energético Nacional 2014- 2025 proyecta que el gas natural será el recurso más utilizado en el consumo final al 2025, y declara que se necesitan esfuerzos para masificar su consumo. Esto se evidencia en el esfuerzo que el Perú viene mostrando en la introducción del gas natural en los sectores Energía e Industria.

En el sector transportes

En 2010, el Gobierno peruano declaró de interés nacional el uso de la bicicleta como medio alternativo de transporte sostenible, seguro, popular, ecológico, económico y saludable, y promueve su utilización. Por otro lado, desde 2013 se les exige a las entidades públicas ubicadas en zonas donde existan concesionarios de distribución de gas natural, requerir sistemas de combustión duales que incluyan el uso del GNV en las adquisiciones de vehículos automotores; lo cual se enmarca en el Programa de Conversión Masiva de Vehículos de Gas Naturall, creado con el fin de promover su uso en vehículos a adquirir o usar por parte de entidades del Estado peruano. También destacan por su importante impacto en la reducción de GEI en el sector transporte, las siguientes iniciativas: la Red Básica del Metro de Lima, el Corredor Segregado de Alta Capacidad, COFIGAS vehicular y el Programa de Chatarreo.

En el sector industrial y pesquero

Se aprobaron en el 2009 los Límites Máximos Permisibles (LMP) para las emisiones de la industria de harina y aceite de pescado y harina de residuos hidrobiológicos. En 2010 se estableció el “Protocolo de Monitoreo para las Emisiones Atmosféricas y de calidad de aire de la Industria de Harina y Aceite de Pescado y de Harina de Residuos Hidrobiológicos”, como instrumento de gestión que incluye los procedimientos y metodologías para la medición de Límites Máximos Permisibles. La industria de harina y aceite de pescado emplea gas natural en aquellos lugares donde se extrae y existen gasoductos (Paita, Callao, Tambo de Mora, Pisco), representando un tercio de la producción nacional. De instalarse un gasoducto de Callao a Chimbote o de Paita a Chimbote se alcanzaría 75 % de dicha producción.

En el sector forestal

El avance es bastante significativo desde el 2010, ya que se tiene una nueva gestión forestal basada en un nuevo marco normativo representado por la Ley Forestal y de Fauna Silvestre – (Ley N° 29763 de 2011), la Política Forestal y de Fauna Silvestre (Aprobada en 2013) y los reglamentos de la Ley N° 29763 (Aprobados en 2015). De lo anterior, se tiene una nueva institucionalidad para esta reforma del sector forestal, con la creación del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) y el Sistema Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SINAFOR) que espera ser instalado en 2016. La nueva normatividad establece nuevas y mejores condiciones para facilitar la formalidad de aquellos que buscan acceder a los recursos de flora y fauna silvestre, y además simplificar el quehacer de quienes ya desarrollan estas actividades productivas; buscando contribuir así a reducir los niveles de deforestación y transitar hacia una gestión forestal eficiente, competitiva y sostenible.

En el sector agricultura

El Programa Nacional de Innovación Agraria del INIA está generando programas que permitirán reducir emisiones en cultivos de arroz, cultivos agroindustriales, camélidos, pastos y forrajes, agroforestería, y ecosistemas degradados. Asimismo, a través del Programa de Desarrollo Productivo Agrario Rural (Agrorural), se están ejecutando acciones importantes de reconversión productiva relacionadas con la gestión de GEI como el Plan de Reconversión en el VRAEM y el Programa PROQUINUA. El Ministerio de Agricultura está diseñando la NAMAzonía que comprende componentes de café, cacao, palma y ganadería, con el fin de elevar la productividad y reducir la presión a la deforestación.

En el sector residuos

Debe destacarse que el Plan Nacional de Acción Ambiental tiene como uno de sus objetivos estratégicos, que el 100 % de residuos sólidos del ámbito municipal sean manejados, reaprovechados y dispuestos adecuadamente. Por su parte, el Programa Nacional de Segregación en la Fuente y Recolección Selectiva de Residuos Sólidos del MINAM, que está siendo implementado desde 2011, impulsa una cadena formal de reciclaje y genera un incremento de la conciencia ambiental en la ciudadanía. Hasta el momento son 210 municipios que han puesto en marcha este programa, recuperándose 10 974 toneladas de residuos sólidos al mes. Otras iniciativas relevantes son el Programa de Desarrollo de Sistemas de Gestión de Residuos Sólidos en Zonas Prioritarias del País (con apoyo de JICA-BID), el Proyecto Chiclayo Limpio que busca una gestión integral de los residuos sólidos municipales (con apoyo de SECO), la ampliación de la cobertura en el marco del Programa de Residuos Sólidos (con apoyo de KfW), y el Programa Reeduca liderado por el MINAM.

Avances en la adaptación al cambio climático y el estado de la vulnerabilidad en el Perú

El Perú es un país con poblaciones y ecosistemas altamente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático. Dicha vulnerabilidad está configurada por diversos factores como la pobreza, la baja articulación institucional, debilidades en la gobernanza del desarrollo, una base productiva afectada por factores climáticos, entre otros.

Al respecto, en 2013, se realizó el “Balance de la Gestión Regional frente al Cambio Climático en el País”8, en el cual las regiones priorizaron los sectores, ecosistemas y grupos humanos vulnerables frente al cambio climático. De acuerdo con dicho balance, los sectores vulnerables priorizados son agricultura, pesca y los sistemas de recursos hídricos para distintos usos (factor que además condiciona el desarrollo de la actividad agrícola), así como el sector salud. Los grupos humanos vulnerables priorizados son las poblaciones rurales ligadas a la agricultura familiar de subsistencia y con débil articulación al mercado (muchas de ellas organizadas en comunidades campesinas o nativas); y los pescadores artesanales. Por su lado, los ecosistemas vulnerables priorizados son los montañosos andinos, los forestales, los amazónicos y los marino costeros. Muchos de ellos tienen como eje común y articulador al agua, tal es el caso de las nacientes o cabeceras de cuencas, bofedales y cuerpos de agua, puna, humedales, praderas naturales, glaciares, etc.

El MINAM está diseñando la hoja de ruta para la formulación del Plan Nacional de Adaptación (NAP, por sus siglas en inglés)10, cuyo inicio se prevé a partir del año 2016. Cabe señalar que dicho plan se convertirá en el instrumento para el cumplimiento de los indicadores-metas establecidos en las en las Contribuciones Nacionales en adaptación al cambio climático. La hoja de ruta del plan propone cuatro objetivos específicos:
  • Identificar las estrategias, programas, proyectos y actividades necesarios para la reducción del riesgo climático y de los impactos negativos asociados a la sociedad, la economía y los ecosistemas, así como para el aprovechamiento de los impactos positivos.
  • Generar los mecanismos para producir la articulación en la toma de decisiones sobre la adaptación al cambio climático.
  • Establecer prioridades del país en adaptación al cambio climático.
  • Dar lineamientos claros para la acción sectorial y territorial.
Por otra parte, el MINAGRI viene actualizando el Plan Nacional de Gestión de Riesgos y Adaptación al Cambio Climático en el Sector Agrario, mientras que el Ministerio de Salud ha elaborado el Plan Integral de Mitigación y Adaptación frente a los efectos adversos del Cambio Climático en la Salud Pública, en proceso de aprobación. El Ministerio de la Producción, por su parte, viene formulando el Plan de Acción en Cambio Climático en el sector Pesca y Acuicultura.

En los últimos 6 años, se ha desarrollado al menos 330 iniciativas, denominadas también programas, proyectos y/o acciones, 112 de los cuales han abordado la adaptación desde distintos enfoques11. El 23 % de las iniciativas de adaptación cuentan con un enfoque basado en comunidades, 21 % un enfoque en gestión del riesgo, 20 % un enfoque de cuencas, 20 % en enfoque en ecosistemas, 9 % un enfoque en sectores prioritarios y 4 % un ciudades. Además, el 23 % de ellas contribuyen a reducir la vulnerabilidad en zonas con diversidad biológica y servicios ecosistémicos, el 13 % en agricultura, el 13 % en recursos hídricos y cuencas, el 9 % en educación, así como otro 9 % en seguridad alimentaria.


Avances en Educación, Sensibilización, Fortalecimiento de Capacidades y Generación de Información para la Gestión del Cambio Climático

La Estrategia Nacional ante el Cambio Climático aborda la educación, la sensibilización y el fortalecimiento de capacidades a través del medio de implementación denominado “conciencia y fortalecimiento de capacidades”, que propone un conjunto de acciones para lograr los objetivos de la estrategia, relacionados a incrementar la capacidad adaptiva, así como para reducir las emisiones de GEI.

Al respecto, entre abril de 2014 y enero de 2015 se llevó a cabo un estudio de opinión pública para monitorear el conocimiento y actitudes de la ciudadanía peruana frente al cambio climático12. Entre los principales resultados se encuentra que el 65 % de la población del Perú percibe la gravedad del cambio climático. De otro lado, el reconocimiento del factor antropogénico del cambio climático aumentó de 34 % en julio de 2014 a 44 % en enero de 2015. La mayoría de entrevistados señaló que el cambio climático afectará primero los recursos naturales, plantas y animales, y futuras generaciones (IPSOS, 2014).

Financiamiento para la Gestión del Cambio Climático

El financiamiento para la gestión del cambio climático (también entendido como financiamiento climático) es un aspecto importante debido a la inversión a gran escala requerida para la reducción significativa de emisiones, y necesario para los países puedan adaptarse a los efectos del cambio climático (CMNUCC, 2014b).

Según montos presentados en el estudio de 2015 de Galarza Contreras y Ruiz Perez sobre el financiamiento para la gestión del cambio climático, los recursos monetarios ejecutados en el país han pasado de USD 0,4 millones en 2005 a USD 216 millones en 2013 con una suma pendiente estimada de USD 283 millones por ejecutar a partir de 2014.

A nivel acumulado, durante el periodo 2005-2013, incluyendo lo que esta pendiente de ejecutar, la asignación de recursos para la gestión del cambio climático ha sido de USD 1 245 millones, de los cuales USD 755 millones corresponden a la gestión de GEI, USD 239 millones a la adaptación (incluyendo prevención de riesgos y desastres) y USD 251 millones a iniciativas que contemplan simultáneamente la gestión de GEI y la adaptación.

Integración de la gestión del cambio climático en el desarrollo nacional

La integración del cambio climático en el desarrollo nacional puede ser entendida como la aplicación transversal de los conceptos de gestión de GEI y de adaptación a los efectos del cambio climático en el diseño y planificación de las políticas públicas en el país. Esto implica que los programas, los proyectos y las acciones que se lleven a cabo desde los diferentes sectores y niveles de gobierno consideren en su implementación las variables climáticas, previendo los riesgos que puedan implicar y orientando sus objetivos hacia un desarrollo nacional bajo en emisiones.

De acuerdo con la ENCC, uno de los principales retos asociados al cambio climático en el Perú es lograr una gestión articulada entre los sectores y regiones tanto para la reducción de la vulnerabilidad como para sentar las bases de un desarrollo bajo en carbono (MINAM, 2015a). Por estas razones es que el Perú ha realizado valiosos esfuerzos para lograr la transversalidad del cambio climático en el desarrollo del país, aunque esto puede ser aún fortalecido.

Con la incorporación en el Perú del enfoque de presupuesto por resultados en la planificación del presupuesto nacional, desde 2007 se han aprobado una serie de programas presupuestales (PP) bajo esta lógica. Estos programas son instrumentos que planifican y orientan las acciones de las entidades públicas, relacionando la ejecución presupuestaria con la obtención de productos y resultados específicos, asociados a un objetivo de política pública. Al responder a un producto y resultado vinculado a un objetivo de política pública, los programas presupuestales tienen el potencial de incorporar el cambio climático (gestión de emisiones o adaptación) de forma transversal en la ejecución de las actividades de los distintos niveles de gobierno.

CUESTIONARIO

1. ¿Desde cuándo el Perú pertenece a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático?

2. ¿Cuáles son las cinco categorías de inventarios definidos por el IPCC?

3. Explique sobre Avances en la adaptación al cambio climático en el Perú.

4. Explique sobre Financiamiento para la Gestión del Cambio Climático.

5. Explique sobre Avances en Educación, Sensibilización, Fortalecimiento de Capacidades y Generación de Información para la Gestión del Cambio Climático.


BIBLIOGRAFIA



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