Medio ambiente en la sociedad


Medio Ambiente

El medio ambiente es el área condicionada para la vida de diferentes seres vivos donde se incluyen elementos naturales, sociales, así como también componentes naturales; como lo es el suelo, el agua y el aire ubicados en un lugar y en un momento específico.

Como parte de los seres vivos, se incluyen todas aquellas especies que llevan consigo acciones que demuestran vida; así como también las plantas; animales y seres humanos que llevan a su vez, los elementos simbólicos que hacen parte de su estructura completa y que se integran dentro del medio ambiente.

Es la conservación del medio ambiente, lo que lleva a la vida prolongada y sostenida de todas las generaciones incluidas dentro de este entorno; permitiendo así mismo la aparición de generaciones próximas con las mismas o mejores cualidades.


Impacto Ambiental

Enfoque en la Administración

Muchas empresas han emprendido el camino de la adopción de medidas ambientales en sus tareas diarias. Los motivos son múltiples, ya se ha mencionado la responsabilidad legislativa y la de las propias necesidades internas de las empresas en mejora de sus productos y servicios. Otro elemento a considerar es el posible rechazo social hacia la empresa, que provocaría una pérdida de imagen y credibilidad con la consecuente disminución de la cuota de mercado y de beneficios.

Resulta pues necesario contar en la planificación general de actividades con un procedimiento eficaz que permita la gestión sistemática en la cuestión medioambiental. Este proceso se denomina Gestión Medioambiental, que ha de planificarse atendiendo al rol que juegan los tres agentes básicos que integran la empresa: accionistas, empleados y clientes (sociedad). Este esquema se simplifica para las pymes pero no por ello es menos importante.

La interrelación entre estos elementos ha de tenerse siempre presente en la planificación empresarial de la gestión medioambiental, en la que, lejos de ser un mero trámite administrativo, puede convertirse, con habilidad, en un elemento más para el desarrollo competitivo y un mecanismo para la rentabilidad de los costes medioambientales.

La gestión ambiental debe incluir entre sus objetivos generales:

  • Garantizar el cumplimiento de la legislación medioambiental.
  • Fijar y promulgar la política y los procedimientos operativos internos necesarios para alcanzar los objetivos medioambientales.
  • Identificar, valorar y prevenir los efectos que la actividad produce sobre el medio ambiente, analizando y gestionando los riesgos en los que la organización incurre como consecuencia de aquellos.

Beneficios de la gestión ambiental en la empresa:

  • La racionalización desde el punto de vista medioambiental en la compra de materias primas.
  • La reducción de los consumos energéticos y de agua.
  • Prevenir la generación de residuos y disminuir los generados, facilitando su reciclaje.
  • Controlar la contaminación atmosférica, acústica y los vertidos.
  • Sensibilizar medioambientalmente a clientes, trabajadores y proveedores.
  • Mejorar la imagen de la empresa ante los clientes, los usuarios y los trabajadores.
  • Informar y formar a los empleados y clientes, lo que redundará en una buena integración de las medidas.


Enfoque en la Economía

El desarrollo económico de los países tiene una influencia importante sobre el medio ambiente. El volumen de tráfico comercial contribuye de varias maneras a aumentar o paliar la contaminación, dos impactos diferentes que dependen, entre otras cosas, de los ingresos del país en el que se desarrolla la actividad económica.

Cuanta más actividad económica se produzca, mayor será el consumo de energía y de servicios como transporte, un hecho que implica más costes ambientales. Por lo tanto, el estudio concluye que un tráfico comercial muy alto es más nocivo y tiene peores consecuencias en la calidad medio ambiental.

Asimismo, los países desarrollados que tienen altos ingresos, probablemente adaptan su producción a leyes, normas y reglamentos que regulan la contaminación. En cambio, los estados en desarrollo no cuentan con normas tan severas para la producción de sus bienes, por lo que la fabricación y comercialización de sus productos deja peor huella en el medio ambiente que en los países ricos.

Cuando existe un tráfico comercial elevado en algún país, el consumo de energía también es cuantioso. Este hecho puede suponer un aumento indiscriminado de la degradación medioambiental según un estudio publicado en 2013 sobre “los efectos del desarrollo económico, el crecimiento económico, el consumo de carbón y la apertura comercial sobre las emisiones de CO2 en Sudáfrica”. Esta investigación analiza la evolución de todos estos conceptos correlacionados desde 1965 hasta 2008 y concluye que el crecimiento económico va ligado de un aumento en el consumo de energía. En el caso de Sudáfrica el carbón es la principal fuente de energía, una de las más contaminantes.


Enfoque en la Política

Los problemas ambientales son problemas políticos como resultado de la acción colectiva. Las políticas gubernamentales reflejan los incentivos para el uso final de los recursos, por lo que los problemas ambientales son consecuencia del equilibrio económico que resulta del equilibrio político. La economía política ambiental se centra en la obtención de equilibrio político en función de la elección pública en un amplio dominio de la política ambiental. Por lo tanto, la protección del ambiente deja de ser de racionalidad instrumental para pasar a la esfera de la racionalidad política.

Las políticas ambientales domesticas son material de decisión de los gobiernos con escasa participación de quienes son los contaminadores, de tal forma que los resultados en la contaminación ambiental son un reflejo de los incentivos que la aplicación de las leyes y regulaciones ofrecen. Por lo tanto, es la política más que la economía la que es responsable de la contaminación como resultado de las políticas gubernamentales que sirven de marco a las decisiones de empresas y consumidores que generan la contaminación.

Dejar que los Estados determinen las políticas ambientales no necesariamente resulta en una carrera sin fondo de acuerdo a análisis empírico que demuestra que una mayor calidad ambiental en un Estado responde positivamente a incrementos en ingreso. Se argumenta que dando un mayor poder a los Estados resulta en una carrera sin fondo de la calidad ambiental, sin embargo, no encuentran evidencias de que la calidad ambiental decline cuando los Estados tienen más control sobre reglas de protección ambiental.

No obstante, se argumenta que el crecimiento incondicional es preferido a la implementación de políticas ambientales porque se percibe que con crecimiento económico se obtienen las metas económicas y ambientales y con políticas ambientales se impide el crecimiento económico, por lo que un crecimiento más rápido es mejor. Esto explica por qué los países en desarrollo no aceptan las políticas ambientales.

El papel del cambio tecnológico y los cambios estructurales que afectan las economías demuestra que las políticas ambientales conscientes son necesarias para ordenar o dirigir la relación crecimiento económico y desarrollo ambiental.


Enfoque en la Sociedad

Los efectos que tiene la sociedad sobre el medio ambiente son evidentes y, en los últimos años, consumimos y producimos cada vez más residuos, generando impactos ambientales que están acabando con los recursos del planeta o que resultan perjudiciales para los organismos vivos.

Desde la extracción de los recursos que se necesitan para producir estos bienes hasta sus residuos vertidos a la naturaleza, producen grandes impactos negativos sobre el medio, los seres vivos que en él habitan y nuestra propia calidad de vida. Hay que saber que hasta poder adquirir los productos en las tiendas, existe un largo proceso de manipulación de los recursos y en cada etapa se van generando los residuos.

Desde la revolución industrial y con el aumento de la cantidad de vehículos en circulación, se ha incrementado mucho la emisión de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, el óxido nitroso, el metano o los compuestos organoclorados. Estos gases provocan la retención de calor dentro de la atmósfera y afectan a la capa de ozono en las zonas altas de la atmósfera. Como resultado, en los últimos años se está produciendo un sobrecalentamiento del planeta que desemboca en un cambio climático a nivel global y en sus temidas consecuencias.

Un ejemplo de esto es que la huella ecológica en el planeta se ha aumentado en más del doble en los últimos cincuenta años. La consecuencia es que actualmente estamos excediendo en un 50% las biocapacidades de nuestro planeta, afectando principalmente a procesos como el cambio climático (antes mencionados), el ciclo del nitrógeno y la pérdida de biodiversidad.

Estos impactos ambientales también tienen efectos sobre la biodiversidad de nuestro planeta, afectando a la supervivencia de los seres vivos que se desarrollan en estos entornos. En este sentido, factores como el clima, fertilidad de los suelos, temperaturas o precipitaciones son principios ecológicos que influyen en la distribución de las poblaciones vegetales y animales en la Tierra. La sociedad y sus diferentes actividades llevan a importantes variaciones en estos factores y como consecuencia ponen a ciertas especies al límite de la extinción o llevan a la extinción de las especies por completo.


Enfoque en la Educación

El enfoque ambiental es una estrategia que facilita la integración de las áreas de aprendizaje, abordando problemas locales y globales. Se trata de una conceptualización de la relación existente entre la sociedad, su entorno y la cultura, fomentando la conciencia crítica en los y las estudiantes. La educación con enfoque ambiental se refleja transversalmente en la gestión escolar, tanto a nivel institucional como pedagógico, orientada al desarrollo sostenible.

Promover una educación y cultura ambiental que permita formar ciudadanos(as) ambientalmente responsables que contribuyan al desarrollo sostenible a nivel local, regional y nacional.

El enfoque ambiental considera seis componentes: dos propios de la gestión educativa y escolar que guían la implementación de los siguientes cuatro, denominados componentes temáticos.

Gestión institucional

Se incluye en las IIEE como enfoque transversal a través de los instrumentos de gestión: Proyecto Educativo Institucional (PEI), Plan Anual de Trabajo (PAT), y otros.

Gestión pedagógica

Se considera en el Plan Curricular Institucional (PCI), Proyectos Educativos Ambientales Integrados (PEAI), unidades y sesiones.

Educación en cambio climático

Sobre la base de compromisos internacionales y de la estrategia nacional y regional frente al cambio climático, se promueve competencias, acciones y estrategias educativas como las capacidades para la mitigación, adaptación y resiliencia frente al cambio climático con enfoques de interculturalidad y género, entre otros.

Educación en ecoeficiencia

Desarrolla competencias orientadas a la convivencia sostenible, reduciendo progresivamente los impactos ambientales y la intensidad de recursos consumidos por las instituciones y comunidad educativa.

Educación en salud

Incluye competencias de promoción de la salud y prevención de enfermedades en la comunidad educativa con proyección a toda la sociedad, mediante el desarrollo de una cultura de salud.

Educación en riesgos y desastres

Se orienta a construir una cultura de prevención, adaptación y resiliencia en relación a los desastres naturales.






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